¿Estás pensando en emprender un nuevo negocio? ¿Un servicio de comida a domicilio, una venta de productos, una peluquería, servicio de cuidado de mascotas, una tienda… o cualquier otra empresa? Entonces, tienes que considerar y controlar ciertos factores. Uno de los más importantes es el tipo de empresas que deseas crear. Pues, debe ser un modelo que se adapte a tus necesidades.

En ese sentido, es de vital importancia que partas del tamaño y el alcance que tendrá tu futura empresa, pues eso influirá en el pago de impuestos. De igual modo, es esencial que consideres el sector donde se desenvolverá. Así que, si estás por iniciar un nuevo emprendimiento, pero desconoces cuál el procedimiento jurídico para tu proyecto, en Tributaley Asesores te aclaramos el panorama.

Empresario individual

Si estas dando tus primeros pasos en proyectos empresariales, entonces el tipo de empresa que te conviene crear podría ser bajo la figura de autónomo. Se trata de un modelo que describe al emprendedor por excelencia. Es por ello que se orienta hacia empresarios individuales que no cuentan con un nivel de capital inicial elevado. Básicamente, porque no se exige un monto mínimo de inversión.

En vista de que el tamaño de las empresas que se crean bajo esta figura es relativamente pequeño, su gestión es mucho más fácil. De hecho, es un modelo jurídico que implica menos costes y trámites administrativos. Básicamente porque un empresario individual o autónomo no está obligado a cumplir ciertos trámites. Como, por ejemplo, la inscripción en el Registro Mercantil a la hora de constituir una empresa.

Empresario de responsabilidad limitada

Básicamente, el empresario de responsabilidad limitada cumple el mismo rol que el empresario individual, es decir que ejerce una actividad empresarial por cuenta propia. Sin embargo, tal como denota su nombre, su responsabilidad está limitada. Eso significa que no está obligado a responder con su vivienda si a su negocio no le ha ido bien. Evidentemente, es una forma del proteger este tipo de inmuebles.

Empresario social

A diferencia de un empresario individual, un empresario social se caracteriza por adquirir más compromisos con terceros, es decir de formar sociedades. De manera que se puedan realizar inversiones más altas, se limiten las responsabilidades y los riesgos se compartan. Por lo tanto, requiere mayor financiación, pues poner este tipo de empresas en marcha requiere mayores gastos.

Sociedad Anónima

En las empresas constituidas bajo esta modalidad, la responsabilidad se limita al capital inicial aportado por los socios. En cuanto a la regulación y órganos superiores responsables de la gestión empresarial, estos funcionan de manera democrática. De igual modo, una Sociedad Anónima (SA) ofrece mayor facilidad que otras formas jurídicas en cuanto a la incorporación de socios inversores y venta de acciones.

Ahora bien, para constituir una empresa bajo esta modalidad se exige como capital inicial una aportación mínima de 60 mil euros. Se trata de un monto que debe ser completamente desembolsado al momento de la creación de la sociedad. Además, se debe considerar que el papeleo administrativo y las gestiones legales para llevar a cabo este proceso es bastante complicado. Incluso, a un costo elevado.

Sociedad Limitada

En la sociedad limitada (SL), los participantes aportan por igual la misma inversión. Se trata de un capital que es acumulable e indivisible, el cual no puede negociarse ni mucho menos denominarse acciones. Bajo esta modalidad de empresa, los socios no responden personalmente por deudas sociales contraídas. En cuanto al monto para su constitución, este debe ser mínimo de 3 mil euros.

Sociedad cooperativa

A diferencia de las sociedades anteriores, las sociedades cooperativas son bastante comunes en España. Básicamente, porque ofrecen muchos más beneficios que otro tipo de empresas. Este modelo empresarial se da cuando los socios se unen con baja voluntaria para llevar a cabo una actividad empresarial. En este caso, la responsabilidad se limita al capital aportado y fijado en los estatutos.

Como has podido notar constituir una empresa no es tarea sencilla, requiere conocimientos y, sobre todo, mucha dedicación. De manera que puedas elegir la modalidad correcta, aquella que se adapte a tus necesidades y, por supuesto, a la envergadura de tu empresa. De cualquier forma, si aún tienes dudas, en Tributaley Asesores estamos dispuestos a responder tus incógnitas.

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